El concierto de los PSB en el Festival Greenspace 2007, el pasado 25 de octubre en Valencia, fue sencillamente increíble, por muchos motivos, pero principalmente por la entrega que tuvieron tanto Neil, Chris y compañía, como el público que asistió al concierto. Hubo un feeling especial y, desde el primer momento público y artistas se entendieron a la perfección. Fue un concierto tremendamente divertido y emocionante. A los comentarios úno algún extracto de ese mismo concierto, ya que se emitió por RNE3. Si alguien quiere bajarse el audio entero aquí lo puede hacer, en dos partes. Son 5 días lo que tenéis de tiempo contando desde hoy. Parte1. Parte2.
Abrieron como siempre en esta gira, con la intro, God Willing, para dar paso a una versión corta de We’re the Pet Shop Boys, en la que cantaban “Somos los Pet Shop Boys”, en castellano, con un par.
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Seguidamente empezó la fiesta y la diversión que ya no acabó hasta el final: los primeros compases de Left to my own devices enloquecieron al público. Desde ese momento todo el mundo a bailar durante una hora y media seguida. En esta canción se podía escuchar un sonido nuevo que aparecía de vez en cuando y que quedaba genial. Era como el de una cigarra, en serio, en rollo electro. Después vino Suburbia, mítica, melódica y preciosa donde las haya, y después Can you forgive her?, el ritmo era tremendo, intensísimo.
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Seguidamente empezó la fiesta y la diversión que ya no acabó hasta el final: los primeros compases de Left to my own devices enloquecieron al público. Desde ese momento todo el mundo a bailar durante una hora y media seguida. En esta canción se podía escuchar un sonido nuevo que aparecía de vez en cuando y que quedaba genial. Era como el de una cigarra, en serio, en rollo electro. Después vino Suburbia, mítica, melódica y preciosa donde las haya, y después Can you forgive her?, el ritmo era tremendo, intensísimo.
Minimal mantuvo el ritmo y el baile, canción que enlazaron con Shopping, sin dejar el ritmo, perfectamente mezcladas, sonando las dos a la vez durante medio minuto aprox.
Rent dio un respiro a las caderas, pero no al alma. Como siempre, este tema emocionó de una manera u otra, a la totalidad de los que estaban allí: la manera en la que la interpretan, la puesta en escena, la forma de variar el tono al cantar la canción, las luces y las sombras. Y es que It’ easy, it’s so easy...
Heart: Vuelta a cantar y a bailar con una sonrisa en la cara. La gente entregada a saco con este precioso tema. Qué buen rollo se respiraba.
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Opportunities: Y otra más. Todo el mundo cantando I’ve got the brains, you’ve got the looks, let’s make lots of money.
Integral. Ni un segundo de pausa con la anterior. Dos temas sobre el afán de poder, la ambición y el control enlazados. En este se llegó al límite de la entrega. La música coordinaba a la perfección la fuerza del público y de los decibelios. Todo era uno.
Paninaro: A destacar. En el escenario se queda solo Chris Lowe. Es su tema, sus minutos de protagonismo (absoluto) del concierto. Neil solo canta “Paninaro oo-oo-ooh” sin que se le vea. Chris rapea y toca los teclados. A mitad tema, y hasta el final, empieza a improvisar un “sólo” de teclado que (yo no sé los demás pero Ximo y yo) lo flipamos y se tuvo que dar cuenta. No podía creer lo que estaba haciendo ese tío en directo. Se le veía disfrutar mientras hacía que sonara lo que él quería, adaptando el Paninaro al ambiente underground en el que se dio el concierto. Cuando acabó levantó los brazos tímidamente y sonrió como diciendo “Toma, lo que acabo de hacer. Vaya regalo. Me ha salido genial. Y aquellos dos de allí la han flipao pero bien”. Para mí fue el éxtasis de baile, de música, de creación, de entrega… Mi atuendo ya preveía que Paninaro iba a ser uno de los temas que recordaré siempre de sus conciertos.
Integral. Ni un segundo de pausa con la anterior. Dos temas sobre el afán de poder, la ambición y el control enlazados. En este se llegó al límite de la entrega. La música coordinaba a la perfección la fuerza del público y de los decibelios. Todo era uno.
Paninaro: A destacar. En el escenario se queda solo Chris Lowe. Es su tema, sus minutos de protagonismo (absoluto) del concierto. Neil solo canta “Paninaro oo-oo-ooh” sin que se le vea. Chris rapea y toca los teclados. A mitad tema, y hasta el final, empieza a improvisar un “sólo” de teclado que (yo no sé los demás pero Ximo y yo) lo flipamos y se tuvo que dar cuenta. No podía creer lo que estaba haciendo ese tío en directo. Se le veía disfrutar mientras hacía que sonara lo que él quería, adaptando el Paninaro al ambiente underground en el que se dio el concierto. Cuando acabó levantó los brazos tímidamente y sonrió como diciendo “Toma, lo que acabo de hacer. Vaya regalo. Me ha salido genial. Y aquellos dos de allí la han flipao pero bien”. Para mí fue el éxtasis de baile, de música, de creación, de entrega… Mi atuendo ya preveía que Paninaro iba a ser uno de los temas que recordaré siempre de sus conciertos.
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Numb: Un bello descanso. El único tema realmente lento del concierto. No digo triste porque muchos son tristes, pero ahí está la paraoia: con sus canciones no puedes dejar de bailar en temas tremendamente tristes. Con Numb se paró el tiempo, no sé decir cuánto, pero lo hizo. Neil se puso aún más elegante para la ocasión, iba hecho un pincel. Mientras cantaba “I don’t don’t wanna think, I don’t wanna feel nothing, I wanna be numb, I don’t wanna feel this pain no more…” los corazones del público se encogían. Tengo constancia de que hubo gente que después del concierto no pudo dejar de escuchar Numb durante los 10 días posteriores.
Se a vida é: Qué inicio. Mejor aún al de la canción conocida. Meten el ritmo, luego unas notas de lo que va a entrar, se te hace la boca agua, el cuerpo pide a gritos que empiece y… empieza. Todo el público bailando y sonriendo. Era irrestible. Comprobarlo:
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Lo malo es que la acortaron un poco porque tenían que dar paso a…
Domino Dancing: Empiezan sus acordes típicos cuando Se a vida é aún está sonando, al poco cantan un estribillo de otro tema (¿Hay una Discoteca por aquí?), pero Domino Dancing acaba entrando, el final es casi cantado por la audiencia, y Neil disfrutando y animando a hacerlo… Brutal.
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Flamboyant: Buen ritmo, con el inicio de una de los remixes. Temazo y ritmo.
Always on my mind: ¿Acaso se puede decir algo más? Mítica. Imaginarlo.
Where the streets have no name (I can’t take my eyes off of you): Es una crítica irónica a la supuesta hombría del rock y el country. Sinceramente es la que menos me gustó. La parte de I can´t take… la mejor.
West End girls: Era ineludible. Qué temazo. Fue ahí donde empezó todo.
The Sodom and Gomorrah show: El concierto deja de ser un concierto y se convierte en una auténtica fiesta.
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Se retiran haciendo como que acaba, pasa un poco... y vuelven a salir. Y suena esta maravilla:
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So hard: Ojo, no es el So hard conocido y típico. Bajo el fondo del So hard (red zone mix) los cantantes de apoyo hacen un batiburrillo de las letras del So hard. Al final del tema se empieza a escuchar de fondo “Twenty seconds and counting…”. Irremediablemente aparecen los primeros compases que llevan a la explosión final de la noche.
It’s a sin: Inexplicable. De verdad, no sé que poner. ¿Éxtasis? Es poco. Vosotros mismos.
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Go West: Como siempre el final. A mí me cansa. Es mejor de lo que parece, pero tendrían que quitar la parte conocida por todos y sacar a relucir lo que hay debajo.
En fin, que el concierto más divertido, exultante, bailable y emocionante al que he asistido jamás. Con diferencia. Un buen rollo en el ambiente...
Hay gente que semanas después sigue sin saber cuánto duró, ni si había mucha o poca gente, ni si quiera si fue un concierto, porque piensan que realmente donde estuvieron fue en una fiesta. La fiesta más divertida.
En fin, que el concierto más divertido, exultante, bailable y emocionante al que he asistido jamás. Con diferencia. Un buen rollo en el ambiente...
Hay gente que semanas después sigue sin saber cuánto duró, ni si había mucha o poca gente, ni si quiera si fue un concierto, porque piensan que realmente donde estuvieron fue en una fiesta. La fiesta más divertida.
