sábado, 11 de octubre de 2008

Introspective

Left to my own devices, I want a dog, Domino dancing, I’m not scared, Always on my mind (in my house) y It’s alright. Esas son las seis canciones que componen Introspective. Hoy entraremos al detalle del concepto del álbum.


Introspective se puso a la venta un día como ayer hace 20 años, el 10 de octubre de 1988 y a día de hoy, todavía sigue siendo el álbum que más vendió, con unos 4.5 millones de ejemplares. Llegó al número 2 en ventas en UK.
Según ellos mismos comentan, llamaron a este álbum así porque, aunque es un álbum de música dance, las canciones son muy introspectivas e intimistas.

A nivel estrictamente personal, tengo que decir que Introspective es uno de los (hasta el momento) cinco álbumes de toda la carrera PSB que son "otra cosa", un "mundo aparte" podríamos decir, tan especiales que no se pueden comparar con un álbum normal. Los otros cuatro álbumes serían Behaviour (1990), Relentless (1993), el musical Closer to heaven (2001) y la banda sonora para El acorazado Potemkin (2005).

Éste, Introspective, era el tercer álbum de los PSB en 3 años. La foto que a aparece a continuación es la promoción, en su momento, del álbum en una de las tiendas de discos de Londres. Flipante.


Iban lanzadísimos. En 1986 salió su primer álbum, Please, cuyo single de presentación, West end girls fue número 1 en ventas en medio mundo, además de romper con un sonido innovador y elegante e incluir canciones que se convertirían en míticas, como Suburbia. En 1987, Actually petó más todavía. Otros dos números 1 en ventas, It’s a sin y Heart, y temazos del calibre de Rent, What have I done to deserve this?, King’s Cross, It couldn’t happen here
Además Always on my mind, que se incluiría en Introspective había salido entre medias de los singles Rent y Heart, del Actually, y también fue número 1. O sea, en año y medio tenían 4 números 1 en las listas de ventas británicas.

Las canciones de los dos primeros álbumes, Please y Actually, fueron escritas en la misma época. Introspective era otro cantar. Era un álbum nuevo, con sintetizadores nuevos y canciones escritas posteriormente a las de los dos álbumes anteriores. Se esperaba mucho de ellos y tenían dos opciones: seguir escribiendo canciones en la misma línea de lo que habían hecho hasta el momento o hacer algo diferente. Decidieron hacer las dos cosas ¿por qué no? Lo que tenían claro que no querían hacer era lo que hacía el resto de los grupos, que cuando llegaba el tercer álbum empezaban a decir que lo que habían hecho hasta el momento era una mierda y que a partir de ese momento era empezaban a hacer cosas buenas.

Para empezar, Introspective rompió con las estructuras de los álbumes del momento. En los 80, los álbumes se vendían en cinta de cassete o en disco de vinilo, y lo habitual era hacer 10 canciones de unos 4 minutos de duración cada una. Las 5 más comerciales agruparlas en la cara A y las 5 más flojas dejarlas en la cara B. Más o menos es lo que habían hecho también ellos en Please, porque en Actually la cara B es tan buena o mejor que la cara A (de hecho los dos singles que llegaron al número 1 estaban en la cara B, lo cual ya era una primera señal de querer hacer las cosas diferentes).

Introspective presentaba tan solo 6 canciones. Tres por cara, eso sí, la duración total del disco (48 min 3 secs) era muy similar que la de cualquier otro álbum del momento. Eran 6 canciones larguísimas. Además, de las 6 canciones, sólo 3 eran “nuevas”, o mejor dicho, desconocidas para el público: Left to my own devices, Domino dancing e It’s alright.
I want a dog había sido cara B de Rent un año antes, solo que aquí se presentaba en una versión diferente.
I’m not scared era un tema PSB que ya había sonado en las radios, pero a manos de Eight Wonder, un grupo a los que PSB les dieron este tema que convirtieron en éxito en esa época, solo que PSB presentaba en Introspective su propia versión. En la siguiente entrada hablaremos sobre este tema.
Y Always on my mind ya había sonado casi un año antes, llegando al número 1 en las listas de ventas, apareciendo de la nada.

Así que, aparentemente, los PSB se presentaban con solo 3 temas nuevos y además uno de ellos era una versión de un artista americano llamado Sterling Void: It’s alright.
Aparentemente.

Porque aunque pareciera que iban a aportar poco material, Introspective sigue siendo uno de los mejores discos techno-pop de la historia de la música. Está lleno de detalles, de arreglos, de sonidos nuevos, de combinaciones imposibles… Fue una maniobra arriesgada en su momento editar algo así, pero Introspective se convirtió en icono y referencia de muchos artistas, en un disco de culto, aún uno de los discos mejor valorados por crítica y público.

Como he dicho antes, tenían dos opciones: seguir en una línea continuista o hacer algo diferente. Y he dicho que decidieron hacer las dos cosas al mismo tiempo. Hasta el momento, tan solo he comentado la parte diferente. ¿Dónde radica la línea continuista?

Bueno. De los 6 temas de Introspective (oct 1988), 4 de ellos fueron singles: los ya comentados en anteriormente Domino dancing (sept 1988, que fue el que promocionaba el álbum), Always on my mind (nov 1987), Left to my own devices (nov 1988) e It’s alright (jun 1989).

Cualquiera de los 6 temas podría haber sido single, más aún con el empuje que llevaban, en el que todo les salía bien: el público les seguía porque estaban de moda, las radios los ponían a todas horas, todo el mundo los quería tener en televisión, la discográfica aportaba dinero porque eran una buena inversión…. Ahora, eso sí, para que en las radios pudieran sonar sus canciones más o menos enteras necesitaban hacer versiones de unos 4 minutos. Así que, los 4 singles tuvieron versiones de más o menos esa duración: fácil + pegadizo + melódico + innovador = éxito (además de esto, ellos aportaban calidad a los temas, una calidad desconocida hasta el momento).

Si comprando Introspective esperabas encontrar las canciones de radio-fórmula, te equivocabas. Ahí había un experimento nuevo. De hecho, la naturaleza de canciones al estilo 12” que editaron en este álbum, ese experimento, pudo tener consecuencias en el descenso de las ventas del siguiente álbum, Behaviour (1990).

De las canciones, por separado, las estoy tratando aparte, para no alargar demasiado esta entrada. Sí que voy a dejar, sin embargo, las versiones de Domino dancing y Always on my mind, que no estaban en sus entradas correspondientes. Es el momento de apreciar los detalles que comenté en sus entradas. Aquí están.


Domino Dancing (como mola y se nota la diferencia del bajo más reforzado respecto a la versión single).




Always on my mind (in my house) (a destacar la melodía nueva que le meten a la canción desde el inicio y el precioso final, desde el minuto 5:30 aprox hasta el 8:00)





En cuanto a imagen… la portada es preciosa. Han pasado 20 años y aún sigue siendo una de las portadas más pop de la historia de la música. Colorista, alegre, pero con la barra horizontal negra que resalta un título intimista, privado, para una portada divertida. Contrastes de estos chicos. Una curiosidad: la combinación de colores de las rayas es diferente en función de si el formato es cassete, vinilo, CD, edición especial…
Quiero recalcar además que, de este álbum se hicieron ediciones especiales, que a día de hoy se pagan a unos 3.000 € cada una. Estas son algunas de las menos de diez copias exclusivas (de cada una de las rarezas) que circulan entre el mundo del coleccionista. En definitiva, un álbum mítico.







2 comentarios:

jen dijo...

Gracias por comentar tan ampliamente este disco, canción por canción, y por tomarte la molestia de traducir sus letras; para mi también también es uno de sus mejores trabajos, y si musicalmente es inolvidable, también visualmente es insuperable.

Un saludo.

One of the crowd dijo...

Muchas gracias jen!